CASA GERLINDE

Como si se tratara de una casa de cuento, esa es la primera impresión que uno siente al entrar en esta vivienda de Marbella, Málaga, tan divertida y colorida como su propietaria, Gerlinde, una mujer que viaja continuamente por el mundo. Además de todo tipo de recuerdos de sus viajes, ella tiene una pasión y son los tejidos, que colecciona y va variando según le apetece.
La casa, construida en los años 60, tiene esas "arrugas de expresión" que la hacen tan atractiva y que se han mantenido como parte del interiorismo: suelos de barro antiguos, paredes enlucidas a mano como en Marruecos, techos bajos… Pero la explosión de color del mobiliario creo ambientes divertidos y apetecibles.