Este era un encargo de los que la gente suele catalogar como "pequeño", pero al que nosotros le pusimos el mismo o más mimo y atención precisamente por eso.
La clienta es Isabel, una artesana maravillosa que realiza labores de punto -con muy poca fe en que su producto fuese interesante-. Nosotros nos enamoramos desde el minuto uno de ella y de todo lo que hacía. Su sencillez nos inspiró para hacer un logotipo basado en su nombre "Es que a mi todos me llaman Maisha", así que buscamos la forma de hacerlo coincidir con una imagen de punto.
El resto de la creación fue cosa de recorrer tiendas a la búsqueda de ofertas divertidas que nos permitiesen hacer etiquetas acordes con el producto. También TENÍAN que ser a mano sí o sí.
Bueno, ella está feliz con el resultado. Nosotros estamos felices con ella :)
